Construyo
una mujer
lentamente
voy
añadiendo piezas
tomo
prestado lo que necesito
de
las mujeres que veo
en
tantos lugares,
la
estatura fue fácil
a la
altura de mis ojos abismales
Sus
ojos son igual de insondables.
El
cabello es entre gitano y selvático
cuidado
para parecer silvestre y domado,
la
boca delata una burla contenida,
labios
de carne rosada, parda, brillosa,
cuello
elegante
hombros
de mediana redondez
y brazos
largos.
Los
senos los tomé de Marilyn,
no
concibo otros.
Las
manos pequeñas,
dedos delgados y uñas impecables,
espalda
poblada de infantil vello,
caderas
fuertes
para
acoger el ímpetu de la noche,
nalgas
esponjosas y firmes,
piernas
para desfilar sin prisa
pero
con la cadencia de un andar
que
promete danza y jolgorio.
Los
pies como golosinas.
Me
falta dotarla de voz.
Debe
sonar como una Femme Fatale
que
me llama hacia la penumbra
y
dirá las palabras que forjan
un
puente hacia la otra orilla.