domingo, 1 de octubre de 2017

Mi Mujer.





Mi mujer se ha escapado por una rendija de luz.
Me da pereza ir a buscarla.
Volverá cuando saque la torta del horno
o cuelgue la hamaca en el jardín.
Le gusta ir a recoger espejismos,
o soltar suspiros en el acantilado.
Antes yo la acompañaba,
me sentaba a su lado
a mirar el horizonte dilatarse,
le ayudaba con la suma de unicornios
y a escoger los zapatos para la oficina.
También le hacía trenzas y masajes
o la ungía con mis labios babosos.
Mi mujer no cree en el poder de las palabras
quisiera tener 5 empleos
le da pánico sentir la mente vacía
tiene 5 personalidades públicas,
de las ocultas no tengo indicios.
Sólo me ama los domingos por la mañana
después del sexo
y antes de perderse
en los matices de luz del otoño tropical.
Yo la acompaño a ser volátil y malcriada,
no amarla es imposible.