domingo, 15 de junio de 2014

Free Will.







Nada es sencillo. Para huir hay que acercarse al borde, ningún escondite salva. Aceptar que estás perdido tampoco ayuda. Entonces, el placer. Llenarse de gozo cuanto sea posible. Dejarse caer en las marañas de la pasión, tantear sus laberintos a pesar del miedo, burlarse un poco de la incertidumbre y agradecer la confusión. El final es igual siempre, la muerte. Sólo se puede elegir entre quietud o movimiento. No hay razón para descartar la risa. Alzarse de hombros ante el caos que gobierna la vida hace más liviano el recorrido diario. Vamos, el horizonte está allá adelante. El nido se ha vuelto incómodo. Al cerrar los ojos verás el paraíso. La penumbra es la mejor luz. Grita. Que el silencio sepa que estás ahí. 


sábado, 7 de junio de 2014

Nosotros, Vosotros, Ellos...






En los días siguientes, después de haber visto a Mariana llorando y moqueando como una chiquilla por una frase cortante pero sin enojo, que él le había dicho, Rogelio estuvo ensimismado e impasible. La fragilidad humana volvía a producirle náuseas e indiferencia. Le daba asco tanto melodrama con que todos querían decir “estoy aquí, mírenme, denme algo de amor”. Y a la par, esta sensación hacía que todo el mundo le importara un bledo. Ya había decidido que nunca tendría ídolos ni héroes a los cuales admirar o seguir. Ni siquiera sus escritores preferidos o los músicos que tanto lo sorprendían con sus composiciones. Había concluido que esos seres superiores simplemente hacían uso de sus talentos de modo normal y que si descollaban sobre los demás era precisamente porque todo el resto no era más que una horda floja y quejumbrosa.