Trópico interior |
No es cierto que tenga un manual
para mantener todas las piezas amarradas.
Reconozco los desajustes
del ser en que deambulo.
Soy armatoste y engendro.
Disoluto ente sofisticado y voraz,
cordial vecino que saluda con una sonrisa
lánguido escolar del disimulo
depredador de piernas mal cruzadas
leyenda de los chicos del barrio
El Ogro de Mangalú
burdo orfebre de parábolas oxidadas
blasfemo.
No es cierto que el amor me haga mejor.
Aún veo rostros burlándose
cada vez que muestro mi corazón prótesis.