Cuando estás solo se activa un tipo de silencio
dentro de ti que no es fácil reconocer, sobre todo porque a cada instante la
voz con que tu mente hace presencia está hablando de los recuerdos y las
fantasías que has elegido para acompañar ese silencio, esa soledad.
Sales al día, te incrustas en el mundo, te
incorporas a la calle. Tu silencio se llena de ruidos, voces de tantas personas
que hormiguean cerca, máquinas que han cobrado vida por efecto del combustible
y la electricidad, efectos de la naturaleza que ruedan por la ciudad soltando
susurros de viento o agua, crujidos de calor.
Descubres que lo llamado silencio es la quietud
de tu boca. Las palabras que vas escribiendo mientras viajas en el
bus materializan el dictado de tu mente ociosa. Te agrada ese estado intermedio entre
reflexión y trance, ese amodorramiento activo que aporta variaciones a tu viejo
soliloquio. Sonríes. Caes en la cuenta de que la soledad es un atuendo
confeccionado con piezas intercambiables. En cada jornada combinas gestos y
verborrea para hacerte notorio, incluso cuando juegas a parecer un ente
invisible o un zombie decorativo.
El silencio es, en últimas, la máscara que usas
para enrostrarle al mundo tu indiferencia, tu idiosincrasia de monje mundano, tu blando odio añejado.
Qué bonito y necesario es ese tiempo introspectivo. En realidad es lo único que nos pertenece.
ResponderEliminarQué dura la mirada de este monje mundano, no tanto como su silencio.
ResponderEliminarEl silencio siempre colabora con el aprendizaje la reflexion sobre que haces siempre es muy acertada
ResponderEliminarAnuar, la indiferencia es la máscara de la necesidad de ser visto y aceptado aun con nuestros zafarranchos, un abrazo y buen 2013!
ResponderEliminarLa máscara tiene doble filo…todo depende de tu intención. Me gusta este en silencio y que mi paisaje también lo esté…así ambos creamos el Momentum.
ResponderEliminarhasta pronto Anuar…es un gusto leerte.
abrazo
Seré como hormiguita, que despacio y en silencio camina por la vida, llevando a cuestas su supervivencia.
ResponderEliminarAbrazo.
Cuántas verdades que hay en tu escrito. Cariños Anuar
ResponderEliminarabrazos enormes y en silencio
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