A toda hora pienso en la ye de tu pubis tirada en la cama cuando cruzas las piernas desnuda, y el monte de tu venus está desértico, limpio de musgo, y brillante del aceite que le he untado. Un tenue sarpullido de puntos rosados imita un cupcake de fresa, sabroso bizcocho en la tarde del domingo.
La ye cerrada de tu entrepierna ofrece la bifurcación de regocijo y quebranto en que me hundo al poseerte y no tenerte. Entro en tu sexo con el permiso del amor que me profesas o del cariño compasivo con que has decidido amansar mi miedo a tu ausencia. Te pierdo en la curiosidad que te lleva por callejones y penumbras. No es que huyas, tan sólo vas donde un halago alumbra. Te postras ante el aplauso y el piropo. A mí me entregas la piel, el llanto, los delirios sin palabras, la risa juvenil, el sueño tranquilo. Sobrevivo a la zozobra del mundo para habitar en la ye de tu carne complaciente, en tu beso sincero, en el aire tibio de tu bostezo que respalda el juramento estoico de permanecer junto a mí.
La y de las felicidades o los sinsabores. Saludos
ResponderEliminarPreciosa descripción de un momento tan íntimo. Ni Bukowski lo haría mejor. Saludos Anuar, ya te extrañaba.
ResponderEliminarResignado a una consistencia cogida con alfileres.
ResponderEliminarMe encanta esa combinación de intimidad descriptiva y minuciosa junto al desasosiego por perderla y al gozo de tenerla aunque el amante sepa que no puedes poseerla... o al revés, la ilusión de poseerla sin tenerla del todo.
ResponderEliminarUn estupendo relato sensual, apacible y muy visual.
Un beso,
Sensualidad que cruza la carretera de la piel y se adentra en sus bifurcaciones. Un saludo.
ResponderEliminarBonito relato que cuenta mucho más de lo que parece. Un saludo.
ResponderEliminarcurioso la "ye" acá decimos "i griega" nunca ye
ResponderEliminarSuper sensual. Momento de la vida para disfrutar las caricias que hacen sentir lo bello que es vivirlas aunque con incertidumbre, al lado del ser que se ama…
ResponderEliminarGracias por tu visita Anuar.
Pues què suerte que no te encuentres solo...
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso texto
ResponderEliminaraunque triste trasfondo
la renuncia, la desidia o el conformismo es muerte en vida siempre ..
sensual y bello texto. pero, en una primer lectura, escuché un tango triste -aunque sensual también- como música de fondo...
ResponderEliminarVolveré por aquí, a corroborar si en verdad suena un bandoneón.
saludos australes
El amor es permisible y abre muchas puertas y caminos que se bifurcan en Ye.
ResponderEliminarUna ye-refugio.
ResponderEliminarBesos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarResulta erótico pero no grosero y vulgar. Me gusta.
ResponderEliminarAbrazos
Poeticamente erotico
ResponderEliminarAbrazo
Poeticamente erotico
ResponderEliminarAbrazo
Voy a escribir un texto vulgar a ver cómo nos va.
ResponderEliminarUm texto apaixonante... envolvente e sensual!
ResponderEliminarLê-se avidamente, da primeira à ultima palavra!
Gostei imenso, Anuar!
Abraço! Já tinha saudades de passar por aqui...
Ana
Casi se puede caminar sobre esa ye. Increíblemente descrito.
ResponderEliminarSalud!