Vivir en la exactitud implica ir
cronometrado con el ritmo de los sucesos, haber descifrado el tiempo, tener el
motor calibrado y el combustible a tope. Conocer las condiciones
meteorológicas, anticipar los exabruptos del clima, no tener ataduras.
La exactitud es una ilusión de mili segundos
rodeada por caos intemporal de la verdad. Cuando la meta es alcanzada, cuando
se llega al punto exacto donde descubres lo insignificante de existir, te
quedas con este silencio inoficioso, el llanto no acude, la carcajada tampoco,
no hay otra explicación, has existido en vano, después y antes de ti sólo
habita la nada, las anécdotas del hombre se recopilan en el viento que va sin
rumbo. Acoger el vacío es acto único al que debemos dedicar nuestros días. En
la orilla opuesta se vislumbra la felicidad, hecha de espejismos y pronósticos,
entonces anhelas la presencia de tu mascota muerta hace años ya.
Hoy puedo pensar en el absurdo,
concebirlo mientras tomo mi café de la mañana, recibirlo como a un viejo
conocido que vuelve, ofrecerle una silla, sonreírle un poco, no prestarle
atención, no oír sus consejos de abuelo obsoleto, cambiarle el tema sin que lo
note, seguir escribiendo mis Historias de la Nada.
Seguir escribiendo historias, eso es lo importante. Saludos, Anuar!
ResponderEliminar¿Y lo bien que nos entiende la Nada?
ResponderEliminarNo me gusta demasiado la exactitud, demasiado exacta para mí.
ResponderEliminarPrefiero un poco de caos y de incertidumbre.
Y me gusta leerte.
Un beso.
La exactitud siempre es una meta. Vivir el presente quizá no quite cosas que pueden ser inservibles pero, que nos ayudan a vivir...La felicidad sin duda es algo por conseguir por los caminos que nos trazamos pero no olvides que la felicidad no es exacta, la felicidad es disfrutar y disfrutarse en lo mas simple.
ResponderEliminarparece que lo exacto tiene sus consecuencias..
ResponderEliminarEso es tener mucha sabiduría, que se ande el vacío con cuidado por si te da, algún día, por llenarlo de contenido! Es una pequeña broma, lo de llenarlo. Hay mucha "enjundia" en este texto, mucha reflexión detrás de su brevedad. Se palpa la desazón, la impotencia y la inteligencia de llevarse bien con ese vacío que anula y nos convierte en insignificantes. Qué bien escribes! Abrazos al margen del vacío.
ResponderEliminarSiempre me alegra tu visita, tus palabras.
EliminarNada más terrible que despertar un día y darse cuenta que lo que hicimos en la vida no es útil para nada, ni para nadie.
ResponderEliminarSuerte,
J.
vivir ya es complicado! con las manos atadas,casi siempre, buscando la libertad permanente, que cuesta mucho....siempre,la individual y la colectiva...y uno pasa a ser un solo granito de arena, en el océano del
ResponderEliminarmundo
saludos
lidia-la escriba
www.nuncajamashablamos.blogspot.com.
A mi me cuesta convivir con lo adsurdo . Eso es realmente admirable.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me cuesta convivir con lo adsurdo . Eso es realmente admirable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin el absurdo...cómo escribir. UN abrazo. carlos
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