I
Todo me impacta.
Los elementos en que subsisto
prometen giros
que no sé cumplirán.
Me voy desgajando,
la intemperie ha sido muy larga.
¿Hacia dónde mierda va la vida
que todo parece el ensayo
de un dios zurumbático?
II
Una imagen me jala hacia el horizonte
(nunca hacia el abismo).
El viento me levanta del suelo
pero la lluvia no me calma la sed.
III
La fragancia de una mujer me derrite los huesos.
Ay el abrazo estrecho, tibio, prolongado.
Su voz arenosa me llama, susurra que me espera.
Ay el beso único.
Su mirada tranquila augura que algo será posible.
Voy leyendo los poemas, los analizo y reflexiono, el texto me sacude. Y cuando llego al último suelto una carcajada, no puedes con tu genio, siempre en tus versos estamos presente, ...las mujeres.
ResponderEliminarTe digo que..."la fragancia de una mujer me derrite los huesos"..., me derritió a mi, ja ja ja.
Gracias por tus maravillosas letras.
Ay Mi Querida Norma,
Eliminarlas emociones que te invaden al leer mis escritos me dicen que llegan a donde debían.
Mil gracias por tu amistad. Saludos a Jorge.
La vida parece un ensayo, pero no hay una repetición. Zurumbático o no, el dios nos arrastra como hojas secas en otoño elevándolas hacia el horizonte, mejor que no haya abismos...
ResponderEliminar¿Es acaso la fragancia de una mujer cuanto se necesita para sentirse vivo y que ese subir y bajar conduzca hacia algún horizonte arenoso?
Y me quedo pensando en tus versos, poemilla a poemilla, desgranando cada sílaba y contar si hay en ellos una rima y un ritmo que hagan bailar las hojas en una conjunción posible.
Abrazos, siempre posibles aunque improbables.
Nada es definitivo.
Eliminar¿Hablé yo de algo definitivo? Preguntar no es afirmar, más bien no saber. Aunque sería hermoso, sin duda, sin definitivos.
EliminarHmm...
EliminarNada lo es.
ResponderEliminarBuenos poemillas.
Besos.
Andri
Por eso está bien soñar un poco de vez en cuando...
EliminarTe quiero mucho, Anuar. Gracias por venir el otro día a mi blog y comentar. Lo borré, porque mi mentecita a veces se complica y, en verdad, eso no le hace falta. Pero bueno, estoy aprendiendo a aceptarla hasta cuando se complica. Creo que tengo más cosas buenas que malas.
ResponderEliminarMuchos besos, te quiero mucho mucho.
Tu andri.
Querida Andri,
Eliminartu presencia en mi blog siempre ha sido un gran obsequio.
MIL GRACIAS.
Un poemilla que es un poemazo, Anuar.
ResponderEliminarTodo me impacta.
Y ciertamente me impacta la emoción de tus versos.
Feliz noche.
Bueno, la vida me pone a pensar y sentir de muchas maneras. Yo sólo trato de narrar un poco lo que voy viviendo.
EliminarDigo lo mismo que María S, porque está muy bien dicho (lo de ella y lo tuyo): un poemilla que es un poemazo.
ResponderEliminar¿Puedo colgar alguna vez los últimos versos en mi barco?
Un abrazo, gracias.
Índigo,
EliminarPor supuesto que puedes colgar mis versos en tu barco.
Para mi será un gran honor estar ahí con mis palabras.
Mil gracias por buena vibra.
un poeta no puede dejar de serlo ... por mucho que se empeñe
ResponderEliminarsalud-os
Cierto. Si se nace con el bicho de la poesía, es incurable, es una forma genético-emocional que se auto regenera eternamente.
EliminarDicen, que la vida, casi siempre, se dirige hacia la mierda cadavérica de una muerte anunciada.
ResponderEliminarAbrazo!
Mis,
ResponderEliminarCierto, eso dicen. Pero no hay que creerles mucho.
La vida es también una versión de nuestras fantasías