Al estribor de Mangalú |
Voy agachado. No veo al mundo. Sé que
hay fachadas y un cielo impredecible,
zumbidos de una ciudad tan espesos que se han vuelto inaudibles. Sin embargo,
la luz. Ese ente volátil, manto que cae a través del espacio gaseoso en que
deambulamos. La luz -matriz del color- sólo se puede poseer con la mirada. Los espejos
la multiplican pero es la mirada la que recibe su fuerza fugaz, su eterna
manera de decir adiós cuando llega.
La luz se siente, aunque caminemos agachados.
ResponderEliminarCorto pero majestuoso.
ResponderEliminarBolaños, siempre tan contundente.
ResponderEliminarNo ves el Mundo pero el mundo te ve a tí, con esa eterna manera de decir adios cuando llega.
Saludos.
Wow y reguau. Anuar, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, qué gusto! Sí, orgámico.
ResponderEliminarAndri.
(Te odio un poco por hacerlo tan bien)
¿Orgánico u Orgásmico?
EliminarOrgásmico. Me faltó la s, Anuar.
EliminarPerdón.
Un abrazo fuerte.
Andri
La luz crece hasta el cenit y cae cada tarde en su eterno sístole-diástole, pero los recibos de la luz, no paran de crecer!
ResponderEliminarLo que te cobran no es la luz, es la electricidad.
Eliminar"La luz solo se puede poseer con la mirada" ¡Qué bien lo has expresado!Enhorabuena.
ResponderEliminarMaravillosa entrada... tus letras iluminan.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo, buen inicio de semana.
Un amanecer o un atardecer, no importa, es una preciosa imagen la que atrapaste desde tu Mangalú, Anuar, un abrazote!
ResponderEliminarEs bueno evadirse y rendirse un rato ante un bello atardecer :)
ResponderEliminarincomprensible, y tan necesaria.
ResponderEliminarAbrazo.