¿De
dónde viene este día liviano? Su decorado es el usual: un soplo de neblina que
se deshace, el gris opaco de la escenografía formada por el cielo y el
pavimento, la calle como un tobogán por donde se desliza el bus, un frío
matutino entre adversario y aliado con la intensidad justa para mantenerme en
vilo sin incomodarme, y mi gesto de hombre que mira.
Carros,
personas, edificaciones, árboles, luz, sonido, olores, texturas, pálpitos,
ensoñaciones; todo ocurriendo al unísono para mostrar que la existencia es un
caos organizado, que el cruce de hilos invisibles que sostiene la vida sigue el
diseño programado, que incluso el azar hace parte del programa, y su función es
aliñar el misterio del hombre, fomentar el sinsentido, avivar la incertidumbre.
Excelente descripción, gracias por publicar. Cariños.
ResponderEliminarLa vida, esa cosa tan cotidiana y maravillosa que nadie entiende.
ResponderEliminarEsa es la vida.
ResponderEliminarHay días en que uno tiene "el alma en suspenso" entremezclada con la cotidianeidad, un abrazo Anuar!
ResponderEliminarMañana en Argentina se celebra el día del padre.
ResponderEliminarPasala bien Amigo. Besos.
El observador, observa y…es observado también, por hilos invisibles que nadie sabe donde se cruzarán ni adonde terminarán. A lo mejor el mundo es un ovillo que nos han tirado a la tierra para que nos entretengamos a desenredarlo, mientras arriba…tejen el final.
ResponderEliminarUn encanto volar con la certeza y sospecha de tus textos.
Abrazos y te deseo un jueves iluminado para entretener tus pupilas.