Puede ser que no
entienda el enigma de las mujeres desnudas. Colecciono fotos. Miro todo. Desde
la doncella desvanecida en el sueño hasta la actriz de bondage dolorida y
sudorosa. Picardía y pánico. No me detengo ante el paraíso cursi ni el infierno
desabrochado. Visito tanto las fotos sin alma de la publicidad como las torpes
tomas caseras. Alguna se aproxima a ilustrar lo que busco. De cada imagen
obtengo un éxtasis distinto. Paso de ser un espectador estupefacto a un sátiro
contenido. Confieso que me enamoro un poco de ciertas formas, de algunas
penumbras, de gestos que prometen el dulce fuego. Después de una deliciosa
sesión de fotografías quedo atollado de esa mezcla imprecisa de amor, pasión y
sabiduría que anhelo alcanzar en dosis medidas. El impacto visual de la belleza
femenina siempre me impone la nostalgia del placer efímero de la piel. Soy
derrotado. La presencia de la mujer suelta semillas de vacío. Crecen flores
secas en mi hábitat, opacas, descoloridas. Y aun así, sus formas silvestres decoran
los días en que el otoño de mi corazón me empuja a deambular en Poetic Mode por
los eventos de la vida real. Presumo que mi cara poco refleja del intruso delirante
que me habita. Nada me preocupa en serio. Mis urgencias tienen pausa. El
desencanto no es tan abrumador. Sé de abrazos y de besos. Bailo bien. El
romance cruza fronteras sin pedir permiso y nunca cesa de fluir. Soy un tipo
normal. Además, la mujer no vive dentro de su imagen o sí? Poco importa. Quizás
las artes plásticas se inventaron para poseer lo inasible de las hembras. He
ahí la versión del gozo que nos empeñamos en plasmar. Después del cuerpo a
cuerpo surge la remembranza, la ensoñación. Eso debería bastar para ser feliz pero
entonces adviene la necesidad de conservar ese momento perfecto y se inicia así
la cacería de la imagen que supla la piel saboreada. Oh bendito fracaso!
Ellas son nuestras musas. Escurridizas, impredecibles, pero maravillosas...
ResponderEliminarGran homenaje al eterno femenino.
ResponderEliminarQue tengas feliz 2015.
Me ha encantado el texto...
ResponderEliminarUna hermosa descripción de la contemplación de la mujer.
Saludos.
Y mis mejores deseos para el 2015.
Una mujer o queda atrapada en su imagen, pero la imagen palpita con su recuerdo deseando ser asida o quizás tan sólo ansiada
ResponderEliminarBueno, amar el arte no es un pecado, besos.
ResponderEliminarFeliz semana anuar.
Me agrada la sinceridad y la claridad con la que palpas este tema, en ocasiones algo mal visto y, sobre todo, muy vapuleado y maltratado en general. Contemplar la belleza del cuerpo humano, es un arte y una facultad especial.
ResponderEliminarun saludo :)
sos de verdad
ResponderEliminarbeso
Sé de abrazos y de besos. Bailo bien. Requisito indispensable para recorrer esas orografías femeninas y plasmar los más exquisitos paisajes en la retina y remembranza...
ResponderEliminarEn cuanto a las imágenes, prefiero la torpe toma casera, eso si mientras sea la misma imagen íntima y apasionada que ven mis ojos cuando contemplo a una mujer que se desnuda...