Soy un pulpo de brazos cortos. Sólo alcanzo a
abrazar a mi pequeña mujer. Envuelvo su cuerpo forrando a una reina que
atravesará el tiempo si mella. Podría marinarla a besos pero prefiero
sostenerla inmóvil y sentir su aroma agridulce arroparnos en una escafandra de
aire tibio.
Soy un ogro de felpa. Mis gruñidos no avanzan más
allá de la curva de tu oreja. (¿Podría haber poeta más cursi?) Y te ríes de mi
porque me crees un macaco de mirada almibarada pero no, en verdad soy el
sátiro taimado que decora tu noche con garras y maromas, el monje mundano que agarra
tu talle para poseerte y mientras afila su daga te dice una frase absurda para
explicar que el amor no es el dueño del tiempo.
Soy un lector cautivado por tus devaneos que devora tus escritos con ansiosa avidez.
ResponderEliminarEl dueño del tiempo es la vida, ¿ no?
ResponderEliminarBesos.
me encanta que intentes evitar a toda costa aceptar que amas a esta mujer.
ResponderEliminar¿Exactamente qué entiendes por amor?
Eliminarnecesitaría mi propio blog para enfrascarme en lo que es el amor para mi.Sólo te digo que conozco las dos caras: el amor y el desamor.
EliminarPues sí creo que lo dice, normalucia, pero lo dice veladamente, Ser pulpo, oso de felpa, macaco, satiro y monje... Casi nada. Es. Amor y tiempo, o tiempo y amor, o tal vez, tiempo de amor. Lo de ser dueño puede ser una fantasía. ?Realmente es necesario ser dueño de algo? Me gusta más la idea de formar parte de algo, por propia decisión, que la de necesitar ser dueño.
ResponderEliminarLo sé, nada nos pertenece. Estamos de paso...
EliminarGracias, me encantó. Cariños.
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