Para mi fortuna ha vuelto la lluvia con
sus sonidos de asombro y arrullo. Lo mejor de ser huésped del trópico es que el
viento frío siempre es tibio. Se escabulle la tarde (esta frase ya la escribí
antes pero no se me ocurre otra), y la luz se pone gris, polvorosa. Descubro
que soy un tipo de palabras repetidas, de pocas ideas, actos mecánicos y
boleros malva.
Mrs. Dalloway está enroscada a mi lado
en el sofá. Tiene el gesto nostálgico de la penumbra y suspira igual a alguien
que espera. Perra fiel.
¿Lo ven? Un único tema. Vuelvo a
describir mi hábitat como una litografía estancada en el tiempo. Soy fanático
del pasado. Sólo allí he triunfado. Allá atrás, en el tiempo que se fue, fui
hermoso, tenía los bríos de la torpeza y la suerte de un trapecista, era
acertado al improvisar el amor. Ahora trastabillo al pretender la quietud,
tartamudeo al invocar el silencio, y sonrío con esa mueca absurda de macho
ciego que acaba rápido. Mierda. Y bebo vino, bendito combustible de intelectual
de poca monta. Bueno, el tiempo dará cuenta de mí, así que este letargo poético
lo pasaré con la suerte de estar habitado por todas las mujeres que me
amaron.
haber sido habitado es toda una fortuna...
ResponderEliminarBesos.
¡Ehh, y de todos los que te leemos! Un abrazo polar.
ResponderEliminarCreo que me leen muy pocos. Tú entre ellos. Siempre presente. Bueno, tampoco espero multitudes tras mis palabras, que apenas son vanidosos desvaríos.
EliminarGracias, José.
¡Qué suerte que las mujeres te habitasen! Quizá lo hayan hecho de tal modo que por ello no puedes si no volver al pasado, volver a ser habitado una y otra vez, en el recuerdo, en el poso que han dejado en ti. Ahora te falta sentir la tibieza del viento frío del trópico con la mente de una mujer.Comprobará,s entonces, que en su mente bullen mil y un quehaceres, pasados y presenten, futuribles y posibles. Todo un mundo amalgamado de momentos, pensamientos, sentimientos y sueños que la tibieza del viento ayuda a templar.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Anuar.
Ah, la mente de la mujer...
ResponderEliminarMmmm. acá pasa algo... y ojito que Amapola está triste!
ResponderEliminarHmmm... is there still room for those who will definitely love you?
ResponderEliminarsiempre es un placer leerlo querido Anuar, le envío un abrazo eterno
ResponderEliminarTenia los bríos de la torpeza y la suerte de un trapecista...
ResponderEliminarCómo seria de interesante conservar esos bríos cuando se ha depurado la torpeza...