Aquí estoy tirada otra vez, después del atropello nocturno, reiterada catástrofe, fiesta fracasada. Arrollo brutal en que fui una hoja de carne con sudor y sangre, sonrisa y llanto.
En medio del galope me aferré a un cuerpo para salir a flote (pero mi espalda había echado raíces en la cama) y ese caníbal, No-Príncipe, que encontré en la taberna se vistió y marchó.
Tampoco su rostro tenía el rostro del amor. En su voz no hallé la dulzura de aquel otro macho inaugural que si fue ensamble en mi agujero y ángel distraído o inquisidor errante.
¿Pero qué hice yo? Cuál fue mi traspiés que ahora no poseo más que este dolor, este gozo ausente tan buscado y no retenido, tan recuerdo puro y no trofeo? “Vengo de una noche en que me aterro de mí misma, de encontrar algo de lo que he anhelado siempre y sin embargo temerle.”
¿Hasta cuándo iré esclava de este ardor bajito, fuego inútil que no finalmente me calcina. ¿Hasta cuándo la mirada en blanco, los ojos deshabitados fijos en el encielado? Cuántos tumbos más por esta ensenada de manoseos y azufre?
Nada he logrado. Hace mucho lo sé y no puedo remediarlo, el vacío en la entraña es la esencia de mi estirpe, el legado actual. La piel no cumple las promesas de amor. El semen no lava las heridas
del corazón.
La ausencia del amor, a veces tambien puede ser dolorosa, en esos momentos deberiamos amigarnos con la soledad.
ResponderEliminarY se abren camino muchos soliloquios en mi corazón...
ResponderEliminarLa soledad y el dolor de una vida en busca del amor que no fue y la lleva a entregarse a extraños para estar cada vez más sola, es el destino de esta mujer. Muy bien contado, Anuar.
ResponderEliminarAnuar, olvidé decirte que ya corregí El Forastero, siguiendo tu sugerencia, un abrazo.
ResponderEliminara veces esas ausencias que no se escogen marcan brechas y uno pretende tirarse a descansar pero... termina uno llorando
ResponderEliminarCaminamos buscando amor, a veces pasa a nuestro lado y no lo vemos. Dicen que sentir la soledad y/o contraer una enfermedad, es producto de no sentirse amado.
ResponderEliminarPor eso amigo, te mando muchos besos y un gran abrazo.
brutal.
ResponderEliminarHola Anuar, hoy vine un momentito al ciber, pensé que no me podría conectar hoy, pues en la semana mayor algunos lugares cierran temprano...bueno. Estuve viendo muchas cosas mías de antes, muchos comentarios que transcribí a mis cuadernos y vi uno tuyo muy bello. Me hizo sentir tan lindo, chico. Qué palabras me dedicaste ahí. Te aprecié antes de ellas y después de ellas aún más. Fueron bellas, muy bellas...y hoy que no tengo internet en casa y me siento como apagada, no de ánimo, sino como un aparato sin electricidad, me dieron ánimo, energía.
ResponderEliminarMil gracias. Otro día vendré para que sepas qué palabras fueron.
Un abrazo enorme enorme. Te aprecio mucho.
Andri