 |
| Mariana Carbonel |
Las mujeres hermosas me producen este pánico
ancestral que me deja paralizado ante la gestación de un misterio. Ellas tienen
tal dominio del escenario que no queda espacio para intromisión alguna. Me espanta
el hermetismo que en su rostro repele todo intercambio visceral. Su mirada
esquiva me arrastra por espejismos de aturdimiento y hambre. Quedo desorientado
y desnudo. Sus miradas fundan la nostalgia. No hay embeleso más contundente que
la cadencia de su andar o las poses fluidas en que estacionan su cuerpo mientras
están ahí, emanando cataclismos de pasión. Sus aromas son neblina para toda
sabiduría. Miro sus bocas, la delgadez de sus manos, el abdomen de maja
medieval, el cabello irreverente y sensual que se niega a mis manos…
Me imagino habitando sus noches y sucumbo.
La belleza es para contemplarla…y desearla como tu bien lo haces. Soñar no cuesta nada. Excelente imaginación Anuar. Muy buena prosa.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Por algo fueron consideradas diosas...Los hombres nunca llegaremos a entender toda la magia que encierran en sus maravillosos cuerpos.
ResponderEliminarAfortunadamente, siempre habrá una catarsis a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarja ja ja leo tu escrito y no te imagino con miedo hacia la beldad. Todas las mujeres son bellas, tienen magia, sólo hay que amarlas. Besos y muchos.
ResponderEliminarY el tratar de seducirlas, que hermoso caos, cuando te ven con un foso abismal, Caes y caes... Cuando su sonrisa de cristal te seduce, como el canto de las sirenas, no hay vuelta atras! Una flor de loto.
ResponderEliminarHay mujeres horrorosamente bellas, son como cabezas de Medusa...
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
En ésta vida hay de todo amigo. A veces uno se deslumbra ante la belleza.
ResponderEliminarSaludos
Las mujeres hermosas te estarán agradecidas, sin duda. Quizás de la belleza siempre emana una especie de acristalamiento protector que permite su contemplación pero nunca formar parte de ella. Quizás siempre nos subyuga y nos acobarda la belleza, o quizás sepamos que no llegaremos a ella.
ResponderEliminarVuelvo a escribir en Mangalú, no he dejado de leerlo.
Abrazo.
El problema es que ahora hay que hacerle poemas a las mujeres bellas reales y a aquellas que tienen todo postizo....
ResponderEliminar