Isabel, La Mujer Azul.
La de las cartas astrales, la duda metódica, la
comunicación telepática y esa alegría que la embarga cuando hay neblina, no sé,
me calma enormidades, nunca me grita. Habla de los signos zodiacales con una
propiedad tan académica como empírica, siempre me trae alguna cosa para
estrenar y me la entrega con su sonrisa perlada y su rostro lunar. El fin de
semana decoró las paredes con motivos esotéricos, ella tiene un ritmo
cadencioso para hacerme masajes en la espalda, gusta de los cigarrillos
importados, el café amargo, el vino francés, la guitarra flamenca, los
espaguetis con pollo y mucho tomillo, tiene un muñeco de trapo pelirrojo y con
barba, es fanática del cubismo. Esta es una jeba ardiente que toca el fagot,
fagositósica, musicósiga, me toca hasta
el tuétano con sus besos.
Pues que bien.
ResponderEliminarMe alegro.
Besos.
Eres la envidia de cualquier mortal. Saludos.
ResponderEliminarPersonas así es lo que se necesita para besar el positivismo diario.
ResponderEliminarMil besitos.
Pues que bien, te felicito si has encontrado una mujer así, disfrútala hombre. Y sigue contándonos de esa mujer que vive en tu interior. Besossssss
ResponderEliminarParece una ventana que se abre ¿te colarás por ella?
ResponderEliminarCiertos besos son capaces de despertar a un muerto.
ResponderEliminarSuerte,
J.
Esos encuentros nos milagritos :)
ResponderEliminarMe gusta todo lo que aporte y sea positivo, se necesita poner en las vidas personas así.
ResponderEliminarBesos.