Imposible renunciar a la espera o huir de ella,
cada pálpito es gendarme del tiempo que se agota.
Los asuntos fluyen en un río de baba.
La mujer que me anunció un oasis
dejó un espejismo imposible de desvanecer,
cáscara de la única realidad posible.
El amor es esta cosa gaseosa
que imita colores y sonidos,
aroma dulzón de un otoño indeleble.
Pronto su sabor se volverá metálico.
Esta mujer me dice que me ama
y su mirada es una penumbra sin bordes,
su silencio un horizonte blanco,
su cuerpo activa el vértigo
de un deseo desatendido.
Todo su rostro es una ensoñación
que no se acerca ni se va.
La espera y el hallazgo,
son las caras rotativas de un mismo fracaso.
Me quedo con todo, pero especialmente con dos frases alucinantes:
ResponderEliminar"La mujer que me anunció un oasis
dejó un espejismo imposible de desvanecer"
y
"Todo su rostro es una ensoñación
que no se acerca ni se va"
Sabor a amor y sabor a fracaso, pero lleno de fascinación.
Un abrazo
Voto por un apasionado encuentro.
ResponderEliminarCariños y buenfinde.
Tu secreto es el pozo inagotable de tu inspiración, cada cosa tuya que leo me gusta más que la anterior.
ResponderEliminarA mí me sucede como a María Cristina.
ResponderEliminarQué tremendo de grande sos Anuar *
Ya lo sabes: te admiro *
Un beso o 2 *
Aplauso de pie largo y sonoro, eres magistral!
ResponderEliminarUn Besito Marino