miércoles, 4 de agosto de 2010

Tez Blanca, Aplicaciones En Negro.

poeticuento

Foto tomada por Anuar Bolaños.



Teresa es pequeña, de tetas grandes y manos suaves. Su piel es muy blanca pero no rosada. Más bien habana, un poco grisácea. A veces imagino que yo mismo la he pintado de kaki desteñido. El tono de su piel es parejo, sin vetas intensas ni descoloridas. Siempre soy capturado por los tramos de su cuerpo que irradian un contraste inusual. Todo en Teresa es silvestre. Su pelo negro de hebras cortas va suelto, regando olores. Los ojos son más negros que el pelo. Un par de bolas grandes y brillantes que dejan ver hacia dentro sin resistencia. Sus cejas son delgadas y aún así espesas. Lo mejor es verla desnuda. Su pecho se lanza hacia arriba en dos bolsas pardas coronadas por pezones pequeños muy oscuros, bien delineados, sin desgaste en sus pigmentos. Su ombligo se hunde un poco y muestra una sombra concentrada. Las axilas rasuradas son un par de manchas ovaladas casi húmedas. El pubis, decorado de púas negras, corona una grieta marrón de pliegues rojo mate. Teresa tirada en la cama va retorciéndose según mis manos, mi boca y mi nariz se posen aquí o allá. Entregada en una soltura elástica libera suaves gemidos de modorra. Es un juguete entre mis manos y la fuente del asombro para mis ojos. Voy por sus uñas opacas sin mantenimiento. Las madejas de sus pantorrillas de huso alargado son esponjosas, lisas. Las clavículas duras, retorcidas. Teresa me mira sin sonreír pero como si lo hiciera. Es una mujer. Tengo una mujer, me repito incrédulo. Esta tarde tengo una mujer en mi cama. Esta tarde de verano, en esta cama cerca a la ventana, con el viento entrando, la cortina se mueve, Teresa se mueve. Sus labios están secos, voy a humedecerlos. Su boca es de afiche, sus dientes son pequeños, rucios de cigarrillo, sabrositos a mi lengua hambrienta. Sólo sus manos acuden a mi encuentro, toman mi cabeza y me despeinan desperezándose después de la siesta. Teresa no se da por enterada del recorrido que mis ojos hacen de sus nalgas abultaditas, de la raya oscura que las delinea, del fino vello erizado. Nada en su piel brilla, nada en su rostro da muestras de recibir el paso del tiempo. Para mi la vida es este rato en que exploro el cuerpo de Teresa antes de que la tarde se ponga anaranjada y a ella le de porque tenemos que irnos para la calle a buscar la noche.

12 comentarios:

  1. Se puede no verte, pero yo te diría que prefiero venir a leerte, es un gusto.

    Yo de nuevo. Es que me quedé pensando en lo escueto que fue el anterior comentario y me dije, qué clase de comentario es ese? Esa no soy yo, nunca digo poco, aunque meta la pata.

    En catalán: adeu adeu, que es lo mismo que adios adios!!!

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  2. Tremenda descripción sentiva y corporal aunada a la catarsis embriagadora, se halla bien articulado y no suena a ejrcicio literario ni catartico.

    Muy bueno . Te saludo y sigo tus lecturas desde Lima Perú.

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  3. Anuar aplausos para ti!! Magnífica descripción, es que me hiciste imaginar a Teresa, como si la tuviera frente a mi. Y ese encuentro suave, delicado, mis alas estan crepidando.
    Besito en la tarde anaranjada.

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  4. Hola, puedes ver tu poema en


    http://antologialiterariaactual.blogspot.com/2010/08/entre-la-mano-y-el-titere.html

    Gracias por dejar tu poema.

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  5. Hola Anuar.
    Gracias por tu visita y tus palabras.
    Por acá me quedo leyéndote.
    Un abrazo, cuidate mucho.
    Luz y magia para vos.
    :)

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  6. Esta exquisita entrada, Anuar, donota tu sensibilidad para describir cada detalle del cuerpo que observas, para darte cuenta de lo que posees en un rato. Es muy fina y dan ganas de leerla varias veces esta entrada, pues una vez no es suficiente, ya que son muchas la imágenes que ofreces y las sensaciones que una o uno puede sentir a la hora de leerte son como repetir este bocado hasta el cansancio, si es que uno lo encuentra con tanta sutileza que el mismo posee. Muy fino, Anuar. Ahora bien, si esto te va a asustar o piensas que estoy exagerando...no querras volver a preguntar, ni yo a contestar. Mi opinión está dada. Sólo espero que esto te satisfaga.

    Un saludo cordial,

    Andri

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  7. Me gustó mucho el poema que colgaste en mis comentarios. La verdad es que eres una fuente inagotable, lo cual me encanta, no dudas de ti y escribir es vivir, creo que lo ves así, tal como la mayoría de los que encontramos las letras como el más bello refugio de la existencia, lo vemos. Creo que por eso nos entregamos tanto. Yo no sé si es una vocación lo que tengo, lo que sé es que me ha salvado escribir. Pasé por algunas que me dejaron con muchas ganas de morirme, pero como aún sigo aquí, pienso que escribir fue mi refugio, el único edén donde encontré vida, pues no la quería. No me avergüenza admitirlo delante de nadie, soy como soy y si eso le pesara a alguien, pues ese sería su problema, no el mío.

    Ta lueguito!!!

    Ps: estaré leyéndote, pues es un placer.

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  8. la esquicitez, de la palabra sustentada en el sentimiento, es lo que llega! PRECIOSO TRABAJO!!!!
    un abrazo
    lidia-la escriba

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. No me había fijado en la foto de esta entrada. Buen gusto para la foto.

    Un abrazo,

    Yo

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