lunes, 23 de abril de 2012

Diario.

Quizás muchas de las razones que ando buscando a mis confusiones estén ubicadas en la forma como fui entrenado para vivir y digo entrenado porque eso es lo que creo que hacen con nosotros durante nuestros primeros años. Los adultos que tienen a cargo tal deformación, y a sí quiero describirlo, son movidos por varios tipos de intereses, algunos visibles, otros ocultos. Claro los padres pueden sentir que todo en ellos es buena intención, incluso los desmanes de su locura personal. Y nadie es quien para refutarlos pero lo cierto es que los resultados que se van dando son asaz imperceptibles para todos.

Mi madre, por ejemplo, siempre tuvo delirios de riqueza. Crecimos en un barrio miserable en el que ella se creía la rica del pueblo. Hasta muy entrada en años acostumbraba a teñirse el pelo de rubio para destacar en medio de un puñado de mestizos que teníamos como vecinos. Lo cierto es que sus ojos grises le ayudaban, no tanto a sí su nariz aguileña y su inocultable ordinariez.
Por otro lado, mi padre no era más que un trabajador de construcción venido a más que había encontrado su gallina de los huevos de oro en la firma de demoliciones que había abierto oportunamente a raíz del terremoto del 1982.

Esto lo veo ahora, años a distancia de las situaciones en que también yo era protagonista. Haber trabajado en tantos oficios cuando adolescente me alimentó la mirada, me puso perspectivas que hoy valoro, incluyendo la dualidad que me hizo depresivo y jocoso, disciplinado y laxo, engarrotado y espontáneo; como quien dice un engendro impredecible. En realidad me muevo por ejes que se pueden vislumbrar con facilidad, soy engendro iluso, prepotente y desatinado, lleno de ideas y pereza.

12 comentarios:

  1. Feliz Día del Idioma para aquellos que trabajan la palabra como un oficio serio que los mejora por dentro.

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  2. Gracias Anuar, aunque no sé si cumplo con las expectativas. Este personaje tuyo salió bipolar, mala tarea de sus mayores, en fin, un abrazo!

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  3. Mi querido Anuar, volveré. Te abrazo grandote y fuertote. Si me dejas, claro. No te haré daño por abrazarte fuerte. :)))

    Muchos besitos.

    Andri

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  4. Un saludo a nuestra querida María Cristina.

    Esa mujer me encanta.

    Andri

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    1. Hola Andri, gracias por tu saludo, parece que ando metiendo la pata, un abrazo!

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  5. ¿Sólo para los que trabajan las letras como un oficio serio? pues yo se lo deseo a todos, a todos los "lletraferits", los heridos por las letras, como tú también...

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  6. Tener la madurez para ver la propia vida con cierta objetividad (así sea en retrospectiva) es algo que me cuesta (o que tal vez me duele) y prefiero no hacerlo, así que mis respetos por ello.

    Un abrazo.

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  7. María Cristina,

    La bipolaridad no es el resultado de una mala educación. Es ante todo fisiológico, es un desequilibrio electroquímico en los neurotrasmisores cerebrales. No he leído mucho al respecto pero creo entender que se trata de un desperfecto con el que se nace (???).

    _____

    Es tarea de cada escritor saber por qué escribe.

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  8. Los padres olvidamos que nuestros hijos son seres autónomos e independientes, que deben elegir sus destinos, equivocarse, reír y llorar y tan solo podemos estar ahí para sentir con ellos pero nunca por ellos. Nosotros tenemos nuestras vidas y son las que debemos vivir. Sino seremos marionetas de andares impertinentes con vidas prestadas y ellos se marcharán lejos. Las huellas se marcan en nuestra piel desde niños y la experiencia siempre te ayuda a crecer.
    Me ha gustado mucho tu texto.
    Un saludo:)

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  9. Sí Anuar, lo hice como una salida con humor, por supuesto que es un caso de salud y no hay que tomarlo a la ligera, pido disculpas por eso.

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  10. Para ser engendro, saliste bastante bien.

    Un saludo.

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  11. Dónde está nuestra María Cristina?

    Un abrazo!!!

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