domingo, 25 de noviembre de 2012

Luz.

Al estribor de Mangalú


Voy agachado. No veo al mundo. Sé que hay fachadas y  un cielo impredecible, zumbidos de una ciudad tan espesos que se han vuelto inaudibles. Sin embargo, la luz. Ese ente volátil, manto que cae a través del espacio gaseoso en que deambulamos. La luz -matriz del color- sólo se puede poseer con la mirada. Los espejos la multiplican pero es la mirada la que recibe su fuerza fugaz, su eterna manera de decir adiós cuando llega.



13 comentarios:

  1. La luz se siente, aunque caminemos agachados.

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  2. Bolaños, siempre tan contundente.

    No ves el Mundo pero el mundo te ve a tí, con esa eterna manera de decir adios cuando llega.

    Saludos.

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  3. Wow y reguau. Anuar, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, qué gusto! Sí, orgámico.

    Andri.

    (Te odio un poco por hacerlo tan bien)

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    Respuestas
    1. Orgásmico. Me faltó la s, Anuar.

      Perdón.

      Un abrazo fuerte.

      Andri

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  4. La luz crece hasta el cenit y cae cada tarde en su eterno sístole-diástole, pero los recibos de la luz, no paran de crecer!

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  5. "La luz solo se puede poseer con la mirada" ¡Qué bien lo has expresado!Enhorabuena.

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  6. Maravillosa entrada... tus letras iluminan.
    Te dejo un fuerte abrazo, buen inicio de semana.

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  7. Un amanecer o un atardecer, no importa, es una preciosa imagen la que atrapaste desde tu Mangalú, Anuar, un abrazote!

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  8. Es bueno evadirse y rendirse un rato ante un bello atardecer :)

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  9. incomprensible, y tan necesaria.

    Abrazo.

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