domingo, 9 de junio de 2013

Bitácora Gris.




¿De dónde viene este día liviano? Su decorado es el usual: un soplo de neblina que se deshace, el gris opaco de la escenografía formada por el cielo y el pavimento, la calle como un tobogán por donde se desliza el bus, un frío matutino entre adversario y aliado con la intensidad justa para mantenerme en vilo sin incomodarme, y mi gesto de hombre que mira. 

Carros, personas, edificaciones, árboles, luz, sonido, olores, texturas, pálpitos, ensoñaciones; todo ocurriendo al unísono para mostrar que la existencia es un caos organizado, que el cruce de hilos invisibles que sostiene la vida sigue el diseño programado, que incluso el azar hace parte del programa, y su función es aliñar el misterio del hombre, fomentar el sinsentido, avivar la incertidumbre.



6 comentarios:

  1. Excelente descripción, gracias por publicar. Cariños.

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  2. La vida, esa cosa tan cotidiana y maravillosa que nadie entiende.

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  3. Hay días en que uno tiene "el alma en suspenso" entremezclada con la cotidianeidad, un abrazo Anuar!

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  4. Mañana en Argentina se celebra el día del padre.
    Pasala bien Amigo. Besos.

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  5. El observador, observa y…es observado también, por hilos invisibles que nadie sabe donde se cruzarán ni adonde terminarán. A lo mejor el mundo es un ovillo que nos han tirado a la tierra para que nos entretengamos a desenredarlo, mientras arriba…tejen el final.
    Un encanto volar con la certeza y sospecha de tus textos.
    Abrazos y te deseo un jueves iluminado para entretener tus pupilas.

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