¿Podrás encajar en mis rituales
de hombre que calla para escuchar
el zumbido de sus moralejas rancias?
Quizás necesito una hembra
que no se rompa en cada luna llena
que no haga poses de diva
ni me pregunte cuándo llega el amor
como si yo fuera el oráculo que guarda los
secretos
y desconoce mi esencia de carroñero,
uno que anheló poseer el don del canto
y ni siquiera puede lanzar un aullido
el que descubrió el matiz del engaño
y miró para otro lado.
Gasto las horas sin entender
en qué momento perdí la capacidad de odiar
y me convertí en este hazmerreír petrificado.
"en qué momento perdí la capacidad de odiar
ResponderEliminary me convertí en este hazmerreír petrificado".
En algún momento la metamorfosis nos deja al descubierto.
Te abrazo, Anuar.
Andri Alba
Se siente la instrospección, y el desgarre interior, como en un pensar de si mismo con la herida supurando. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarQué pena que mucha gente más en el mundo, como tú, no perdiera la capacidad de odiar.
ResponderEliminarAcá decimos, a cada chancho le llega su San Martín, no me preguntes lo que quiere decir pero cada quien sabe su significado, lo que merece o tiene como destino, un abrazo Anuar y Buena Semana Santa!
ResponderEliminarOdiar, no sirve, ...desgasta. Amar, ...nos hace crecer, nos eleva como persona. Besos, y muchos.
ResponderEliminaren que momento perdí la capacidad de amar, me pregunto...!!!
ResponderEliminarsos muy talentoso, realmente,amigo escritor
lidia-la escriba
www.nuncajamashablamos.blogspot.com
Odiar no es sino amar con amargura, mejor haber perdido la habilidad.
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