jueves, 4 de junio de 2015

Mangalú.





Esta casa me convierte en escritor. Es la penumbra, las horas quietas de la mañana, el murmullo de la emisora, la mascota en el sofá, el olor del café. Es el anuncio del día que nada promete o mi propia voz narrando la bitácora imaginada de mi vida.


La ecuación, la receta, involucra una porción de silencio. No sé cómo explicarlo. Muchos ruidos y sonidos suceden mientras estoy en estado de letras (mi renombrado Poetic Mode), y yo los escucho. Son un telón sonoro que acolchona la voz con que narro la sensación de ser un extranjero que ha descubierto ser huésped del mismo hábitat durante largo tiempo, entonces, mira cada objeto con un cariño nuevo y realiza cada movimiento como estrenándolo. 
Todo ocurre sin testigos y con lentitud. El tiempo dejó de ser la medida de la vida. Dentro de esta casa, en este cajón decorado de trópico, mi corazón ladra tranquilo.  



23 comentarios:

  1. Es cierto, es cuestión de concentrar nuestro pensamiento en algo, inmediatamente surge vida de él, adquiere ese valor que momentos antes seguramente ignorábamos, y entonces surge ese juego de letras y palabras que nos hace volar, y nos sentimos tan...bien.

    Feliz fin de semana, Anuar

    Fina

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  2. Esa casa tan bien descrita invita a estar en ella. Saludos

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  3. Hermosos mundo creativo el tuyo, tan personal como increíblemente atractivo.

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  4. Cuando menos se espera salta la chispa que pone en marcha el incendio de la escritura.
    Bien hallado en esta casa.

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  5. Hay espacios que se adueñan de nuestra necesidad de escribir sin tropiezos. Has encontrado en ese casa, ese tiempo sin medida, para escribir. Faulkner, lo hacía en el silencio de eso de las cinco de la mañana, en tabernas, bares, lenocinios, cuando el estropicio de la noche rodaba al abisno, UN abrazo. carlos

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  6. La casa es el mundo de uno, es el globo que vuela con todo dentro hacia el infinito ... de pronto suena el timbre y explota el globo ...

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  7. Vaya, qué agradable sorpresa. Me gusta cómo escribes.
    Un saludo.

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  8. Vaya, qué agradable sorpresa. Me gusta cómo escribes.
    Un saludo.

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  9. Nada como encontrar el espacio en el que somos simplemente nosotros.
    Un saludo

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  10. Todos tenemos un lugar así, ¿verdad? :)
    Gracias por tu visita a mi "lugar personal".

    Besos!

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  11. Que refugio tan envidiable.
    Que nadie lo profane jamás.
    Envidia tengo.

    Saludos.

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  12. Tu refugio inspirador, Anuar.

    Mil besitos.

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  13. Muchas gracias Anuar por el comentario en mi blog. Te envío un saludo. juan.

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  14. Fantástico texto, Anuar, me siento plenamente identificada con esas sensaciones que gratifican y mueven a la creación literaria.

    Un fuerte abrazo.

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  15. Me gusta esa casa.
    Y las casas que inspiran de verdad.
    Besitos

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  16. Muy bueno el refugio, Anuar
    Bienvenido i mi blog
    Un saludo

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  17. Muy bueno el refugio, Anuar
    Bienvenido i mi blog
    Un saludo

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  18. Anhelo el tiempo en que el tiempo deje de ser la medida de la vida.

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  19. maravillas de un escritor! paso pues nunca, la politica me tiene en casa, y afuera, candidata a concejal por mi ciudad 4to.lugar, ayer cerraron listas! espero poder hacer UN algo!
    un saludo fraterno
    lidia-la escriba
    www.nuncajamashablamos.blogspot.com

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  20. Los espacios pueden llegar a impulsarnos. Solo hay que saber ocuparlos, como este que nos traes aquí.

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  21. Me encanta que tu corazón ladre tranquilo, los ladridos son tan variados y dicen tantas cosas...
    En esa casa, dentro de ese cajón decorado de trópico, ocurre el milagro de la vida buena, ese que consiste en mirar las cosas con ojos diferentes, sintiéndolas nuevas y a la vez nuestras, queriéndolas sin poseerlas, solo rozando su existencia para gozarlas cada día de forma diferente.
    Me ha gustando mucho hoy este Mangalú.
    Un abrazo grande, Anuar.

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