domingo, 11 de junio de 2017

Horizonte.







Quizás este día alcance a ser un poco triste.
Llovió fuerte antes del amanecer,
ahora el sol sofoca, arde en el aire.
Decido saltarme varios peldaños de la mañana,
no café caliente ni panecillos con fruta,
nada de música clásica ni ventanal abierto,
cero mirada lánguida 
o gesto de hombre sin buenos recuerdos.
Todo día es un puente hacia otra vida
y también tiempo que huye.
Invento que la quietud es sabiduría.
Entonces, un silbato me llama,
hay que zarpar,
aunque la maleta no esté hecha
y las manos no estén listas
para ondear un adiós apresurado.
Qué más da lo que se deja
tampoco importará lo que se encuentre,
el recorrido es igual de inútil.
Por más que inventes
la vida tiene un número limitado de versiones,
abandona el por qué,
olvida que has existido,
no te recuerdes.



6 comentarios:

  1. Pues ciertamente no pinta muy bien el día, pero si hay que emprender camino, mejor no cerrar de partida todas las opciones.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Nihilismo, yo también padezco de eso. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, la desmemoria, a veces da buenos resultados...
    Saludos,Anuar
    Fina

    ResponderEliminar
  4. No hacer lo de siempre..quizás es el primer paso .
    Pero,las versiones son infinitas....

    ResponderEliminar
  5. Tal vez fuese esa la clave de todo: "olvidarse de sí mismo", como la gota se olvida de sí para ser océano!

    Abrazo. Chao.

    ResponderEliminar
  6. Pienso que al final del camino está lo que buscamos, a veces se cierra una puerta y siempre otra se abre. Besos.

    ResponderEliminar