jueves, 4 de agosto de 2011

Requiem En Tres Actos.

Primero

He delirado mi muerte de varias maneras. Destripado por un carro grande tal como le sucedió a mi padre, perdido en medio del mar o simplemente amanecer muerto sin explicación alguna.
Cada una de estas muertes tiene su razón de ser. Nunca vi a mi padre en sus últimos momentos mientras agonizaba. Ese privilegio visual sólo lo tuvieron mi madre y mi hermano. Yo estaba de viaje y justo alcancé a llegar al final del velorio, así que la única imagen que retuve de mi padre muerto fue la de un rostro dormido dentro del cofre. Las narraciones del accidente que se llevó al viejo me proporcionaron intensas pesadillas que incluso aún me visitan. Sé que el bus que lo molió, además de hacer papilla sus órganos vitales, le fracturó la cadera y el fémur izquierdo. Por lo tanto, en los sueños aparece cojeando y apoyado en un bastón. Creo que no debí decir pesadillas pues el viejo acude a mis sueños cuando atravieso alguna encrucijada en mi vida y sus palabras me orientan por donde seguir. A pesar de su aspecto ensangrentado y maltrecho su presencia es calmada y su verbo exacto.


Continuará...

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7 comentarios:

  1. Bueno, he sentido erizar los vellos. Qué imágenes más impactantes!

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  2. Que bello texto... A mi me pasó lo mismo no llegué a tiempo de despedirme pero sí creo que aquellos a quien amamos y nos aman nos conducen en sueños como guias.. un abrazo

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  3. Gracias por comentar en mi blog Tijerasdepapel. El relato que acabo de leer no deja a nadie indiferente. Has sabido crear una atmósfera algo inquietante. Buen texto.
    Saludos

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  4. Pues si su verbo era exacto, lo otro no cuenta.

    Blogsaludos

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  5. Te sigo Anuar, la historia me atrapa, ¿qué pasará?, cómo continuará?
    Cariños.

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  6. Anuar, mi papá murió de cáncer de pulmón, fumaba mucho, y el ultimo tiempo tenía hundida la espalda en ese lugar, era muy terrible ver cómo la enfermedad lo comía. Por suerte no sufrió mucho tiempo y el corazón dijo basta antes de lo más doloroso para él. En sueños se me presentaba cojeando de una pierna, de ahí mi recuerdo ante tu relato.

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  7. Tras tu presentación, no pude por más que acercarme a conocerte...

    Después de leer tu "impactante" PRIMER ACTO, si permites, me quedo...

    NAMASTÉ

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