domingo, 7 de agosto de 2011

Último Acto.






Requiem...


Despertar muerto es una contradicción pues los muertos no se despiertan. Debo decir, amanecer muerto o ser hallado muerto al amanecer. No necesariamente al alba, puede ser a la mitad de la mañana para no sonar melodramático. Es decir, cuando alguien, curioso de que yo, madrugador empedernido, no haya dado muestras de vida al promediar las diez, se vea llevado por la curiosidad hasta mi cuarto y al entrar me halle boquiabierto y con los ojos desorbitados, inconfundiblemente rígido y con el rostro más cetrino que de costumbre. Preferiría que mi cadáver fuese descubierto por una mujer pues su enorme capacidad de histrionismo ante la muerte le daría a mi partida el realce protagónico que quiero alcanzar.

Debo aclarar que la intención de visualizar mi muerte no tiene como objetivo hacer sufrir a los que me aman o me extrañarían agudamente durante algún tiempo. Lo que me seduce del evento es la sensación de tristeza que yo mismo sentiría al acudir a mi propio funeral. De alguna manera logro meterme en el pellejo de mis allegados y sentir su congoja, llorar su llanto, desquiciarme como ellos con la incomprensión de porqué partí antes de tiempo. Y es que yo me veo muerto joven. Viejo sería ridículo. La muerte de los ancianos es anhelada con disimulo.
Yo me regocijo sintiendo lo que mis deudos sentirían el verme en el féretro. Lo que más me mueve a imaginar el velorio es poder oír las conversaciones en torno a mis aventuras y excentricidades. Me interesa sobretodo conocer sus versiones sobre mi vida y mi forma de ser. Los testimonios más preciados serían los de las mujeres que dijeron amarme y los de los amigos que toleraban mis arrebatos y estupideces. Todo lo demás me resulta accesorio. Cualquier logro de la vida se vuelve absurdo cuando lo cobija la muerte. El tiempo decolora los recuerdos y muestra que la existencia de los hombres, dentro de la vastedad del universo, es tan diminuta como efímera.



Fin !


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11 comentarios:

  1. En realidad "Requiem" es un cuento de dos páginas que podría (y debería) ser leído de un solo tirón pero que decidí publicarlo en tres entregas debido a esa peculiar flojera de algunos blogueros de no leer entradas que pasen de 20 líneas. (Esto lo he visto expresado directamente). Me pregunto si alguna vez leen una novela de más de 400 páginas.

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  2. Voy a terminar de leerlo en este instante.

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  3. Encantador, encantador, encantador este cuento.

    Resalto: "Preferiría que mi cadáver fuese descubierto por una mujer pues su enorme capacidad de histrionismo ante la muerte le daría a mi partida el realce protagónico que quiero alcanzar".

    Y resalto:"Los testimonios más preciados serían los de las mujeres que dijeron amarme y los de los amigos que toleraban mis arrebatos y estupideces. Todo lo demás me resulta accesorio. Cualquier logro de la vida se vuelve absurdo cuando lo cobija la muerte. El tiempo decolora los recuerdos y muestra que la existencia de los hombres, dentro de la vastedad del universo, es tan diminuta como efímera".

    A ti la mujeres te podemos de forma poderosa. Y eso no es un cuento, estoy segura. Así que no vengas con el cuento de que es un cuento esta parte, porque estas palabras son del alma, como todas, pero las resaltadas, más.

    Un beso, Anuar, estoy pendiente, tengo que pensar -que a veces pienso- antes de hacer las cosas.

    :)

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  4. Muchas veces me asalta la misma curiosidad ...

    Un beso o 2 #

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  5. Es cierto eso de que se queja alguna gente de la extensión. ¿Pero hay algo más poderoso que leer un relato que nos lleve al final con la boca abierta aunque sea extenso? Tal vez lo de la cortedad se deba a las personas que tienen mucho quehacer o poco tiempo para entrar en diferentes lugares y leer su lista de blogs. Gracias Anuar

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  6. Te digo que el texto no deja de tener su cuota de humor, ...humor negro, humor al fin.
    Pienso que todos alguna vez hemos fantaseado con el momento final y con el velorio. Particularmente, prefiero una fiesta a un velorio, tal como lo hacen los orientales.
    Gracias por tu post, sos un capo.
    Besosssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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  7. JA JA JA, hice de todo menos comentar tu final, Anuar. Y creo que tampoco lo hago ahora diciendo que: muchas veces, en mis cinco segundos de tristeza, acostada y a oscuras, hago un estudio de mi situación física (si me bañé, depilé, etc etc) para pedirle a Dios si no le parece adecuado el momento, que ya estoy un poco cansada. Esto pasa en pocos minutos pero es muy real cuando sucede. Y no es cuento ni tampoco depresión.

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  8. Parece que hemos tocado el mismo tema, aunque desde dos ángulos diferentes. Em mi blog tengo a modo de poema, algo que tiene que ver con este post.

    Menudo cuento amigo. Me apasiona el tema de la muerte y más el de la propia muerte, el trascender a otra dimensión o a la nada. Me encanta como escribes. Tus narraciones son intensas y tienen un aire de cínica autocrítica que dota de muy buen talante al texto.
    Un abrazo.

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  9. Por cierto, a pesar de lo que te pongo de la coincidencia, no tiene nada que ver con tu cuento. Lo mío es solo un poema cortito. Besos.

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  10. Yo creo que en el velatorio habría más de una sorpresa,si pudieras escuchar.No es oro todo lo que reluce...

    Después de leer tu relato,me has dejado con un gran enigma.Una narración magnífica,te felicito.

    Nuria http://elrostrodelapalabraquenocalla.blogspot.com/

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  11. yo también he soñado con mi muerte y los veo a todos alrededor..jajj estoy contigo los blogueros no se detienen a leer cuentos largo, tengo el mismo problema que tú pero a mi sí me gusta leerlo..

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